Cuando se produce la incorporación de Gran Canaria a la Corona de Castilla, Pedro de Vera hace efectivo el reparto de tierras entre los hidalgos y militares que participaron en la conquista. Entre ellos figura Sancho Vargas Machuca, quien profesaba una profunda devoción a la Virgen, en su advocación de La Guía; funda éste a su costa dos ermitas a Nuestra Señora, una en Tenerife, que daría lugar a Guía de Isora, y otra en Gran Canaria.
Esta que nos ocupa fue fundada, al parecer, entre 1483, fecha del reparto de tierras, y 1509, año en que Vargas Machuca firma su testamento.
En torno a esta ermita comenzó a agruparse un número creciente de vecinos que ya en el primer cuarto de siglo XVI se equipara al de los habitantes de el municipio de Gáldar. Ya casi a punto de finalizar esta centuria, el templo se hace insuficiente para albergar a los fieles, lo que unido a que en esa fecha ya se encontraba apuntalado por su decrepitud, hace que se decida a comienzos del XVII la construcción de uno nuevo.
Ya en 1607 se estaba trabajando en él; pero las obras avanzaban lentamente, hasta que a finales del siglo el conjunto interior está aproximadamente como los conocemos en la actualidad, con su planta basilical de tres naves, y diferentes capillas colaterales cuyo número crecería con el paso de los años.
A mediados del siglo XVIII se procede a la realización del acceso principal al recinto. El frontis parroquial consiste en una gran portada, en la que conjugan armoniosamente dos estilos arquitectónicos: el barroco y el neoclásico. Consta de un cuerpo central flanqueado por dos torres esbeltas, jugando en el conjunto un gran papel la alternancia de elementos de piedra con parámetros blancos.
En el primer tercio del siglo XIX, finalizadas las torres, se da por concluido el templo, que se remata con la colocación de la campana y del reloj que figuran en cada una de ellas. Aquélla fue donación de canónigo Gordillo y Ramos, hijo de la ciudad, cuando ya se encontraba exiliado en Cuba. El reloj fue costeado por Luján Pérez, natural también de Guía. En el interior del templo se conservan varias obras del insigne imaginero.
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