jueves, 7 de mayo de 2020

La Rama de Agaete


La Rama, pervive de antiguos ritos indígenas, es el principal acontecimiento festivo del municipio. Los aborígenes canarios, en épocas de sequía, pedían el agua a los cielos, bajando desde las cumbres portando ramas de árboles, e iban danzando hasta la orilla del mar, golpeando las aguas con sus ramas. Aunque algunos duden de la pervivencia de estos ritos, lo cierto es que el 28 de Junio en El Valle y el 4 de Agosto en la Villa de Agaete, para San Pedro y Las Nieves, respectivamente, se baila la rama al son de las bandas de música. El elemento destacado lo constituyen los papagüevos, de no muy lejana introducción, y que representan algunos personajes del pueblo.



Aunque la noche anterior fue larga, ya que los días antes de La Rama suelen celebrarse verbenas, los más madrugadores ya estaban esperando su turno para conseguir su camiseta de la Rama Agaete es algo habitual obtener la camiseta le La Rama para dejar constancia de su participación en la fiesta o simplemente llevársela como recuerdo.



El murmullo se apoderaba de las calles de Agaete, una vez se colocan los papagüevos todos saben que la fiesta de La Rama está a punto de empezar, a medida que se va acercando la hora del inicio de la fiesta la calle se va llenando de gente esperando impaciente a la banda de música y el sonido del volador.
Una vez es lanzado el volador y empiezan a sonar los primeros acordes de la banda, se alzan las manos al cielo dando lugar al inicio de la fiesta. Muchas personas mayores son las que se emocionan al ver el inicio de está fiesta, ya que recuerdan como sus padres los llevaban por primera vez a la misma.



Mientras en la plaza muchos de sus vecinos bailan al son de la banda, otra parte de ellos está esperando la llegada de la rama cerca de la conocida calle de La Rama donde muchos se acercan para conseguir su rama y bajar bailando.



Cada año la llegada de la rama se hace de rogar, y las ganas de fiesta junto con el cansancio de la noche anterior se mezclaban en las calles de Agaete.



Murmullos de nuevo pero está vez se escucha, "La Rama, La Rama" los vecinos se levantan y se van colocando en la calle de La Rama, todos quieren ser los primeros en tocar La Rama.



A pesar de las ganas de fiesta tocaba esperar otra vez, a la descarga de La Rama, ya que no solo están lo que tienen promesa y vienen cargando con ella, también se trae un camión cargado para los visitantes y vecinos del pueblo.



"Este año toca pintar otra vez" pero el chofer era bueno y sus ayudantes le facilitaron el encajonar el camión en el Callejón de La Rama.



Una vez se realiza la descarga de la rama se procede a elaborar los ramos para ir bailando con ellos por todo el pueblo, hasta el Puerto de Las Nieves.



Despejada la entrada del Callejón de La Rama se procedía a realizar los ramos para repartirlos entre los vecinos. La tarea se suele realizar de forma rápida, mientras unos se llevan ramos más grandes los más jóvenes separaban las más pequeñas para repartirlas entre amigos y familiares.



Muchos son los que se desplazaron hasta este callejón para obtener su rama, gran momento el que se vive en estás calles cuando cientos de vecinos con gran ilusión empiezan a repartir La Rama y a organizar los ramos.



Una vez todos tienen su rama empieza la gran fiesta de La Rama donde los que están con la banda en la plaza se juntan con las ramas que vienen bajando.



A pesar del cansancio y el calor, faltaban unos instantes para que se viviera uno de los momentos grandes de La Rama de Agaete. Cuando se reúne la gente que está bailando en la plaza junto con la llegada de La Rama se produce una de las mayores explosiones de alegría de está fiesta, donde vecinos y visitantes bailan la rama bajo el sol intenso de agosto.



La llegada de La Rama, al Puerto de Las Nieves, siempre genera gran interés y cientos de personas se reúnen en el para disfrutar de ese momento.



Los más pequeños van aprendiendo la tradición de sus mayores y viven con gran ilusión también este momento.
El esfuerzo realizado de cargar con La Rama y bailarla siempre se ve recompensado con la llegada al mar, donde cientos de personas esperan en el puerto ver la llegada de los portadores de La Rama, la fiesta se mezcla con la emoción.



Los portadores de La Rama como vecinos y curiosos disfrutan en el mar con la sacudidas de la misma. Todo es alegría, ya que el calor reinante y las horas de baile portando la rama merecen un buen baño, cosa que todos los que se desplazan hasta la playa lo agradecen.



Las Fiestas de La Rama de Agaete a parte de la diversión tienen una gran carga emocional sobre todo en los de siempre en los que cada año llevan su "Rama" al hombro.

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