sábado, 19 de febrero de 2022

Llanos de Samarrita

El paisaje de la isla de Gran Canaria, suele ser bastante curioso, ya que varía de un lugar a otro aunque no lo parezca a simple vista, como es el caso de Samarrita.

Solo hay que pararse a mirar un poco con atención para ver todo lo que tiene que ofrecernos la isla, así pasa con Samarrita un lugar donde nos encontramos con unos llanos de tierra roja que puede sorprender a cualquiera que de un paseo por este lugar tan pintoresco.

Samarrita se encuentra una vez pasado Saucillo con dirección a Caideros, a la orilla de la carretera a la derecha nos encontramos un cartel indicándonos la entrada, aunque para muchos de la isla este lugar ni siquiera es conocido ya que desde la carretera no se aprecia lo que esconde.


 Al recorrer estas tierras rojas podemos pasar horas admirando las formas y el paisaje que nos rodea ya que entre los altos eucaliptos nos encontramos también llanos de cultivos que nos transportan a otros lugares dando esto a una variedad de contrastes entre paisajes a unos pocos metros.

Cuando se baja por la carretera parte se encuentra asfaltada con cemento el resto es de tierra, la cual no es recomendable para coches pequeños, nos encontramos con unos llanos de tierra roja formando dunas y adornados con grandes eucaliptos. Para quienes se adentran por primera vez en Samarrita la sensación es de que te encuentras en un lugar diferente dentro de la propia isla, y es que sus arboles junto con las dunas de tierra roja hacen viajar la mente a otros lugares.

Cuando cae la tarde en Samarrita el color de la tierra junto a la puesta de sol hacen que los colores le den aún más vida a este lugar, es fácil quedarse más tiempo disfrutando de como se va transformando el paisaje a medida que el sol se va escondiendo. Y es que Samarrita tiene un gran encanto que atrapa a todo aquel que se tome su tiempo para pasear entre los eucaliptos o siemplemente viendo las formas de las dunas de tierra roja.

Quien iba a pensar que en los altos de Gáldar, cerca del Roque de Maninidra que cuelga sobre el Valle de Agaete se encontraba un lugar que alberga una belleza casi exótica. Esta zona de la isla es bastante tranquila, transitada por algunos vecinos del lugar y algún ganado de ovejas que se ve de vez en cuando pastando. 

Ver atardecer en Samarrita es uno de los mayores placeres de la vida, sobre todo cuando los rayos del sol atraviesan los arboles mientras este se esconde, sin duda es un lugar de ensueño.

Imágenes disponibles en: Shutterstock & Adobe Stock

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