martes, 9 de noviembre de 2021

Jardines de la Taconera

Los Jardines de la Taconera, los más antiguos de Pamplona, son un vergel de estilo francés en el centro de la ciudad. Diseñados en 1830, siguen conservando un aire romántico.

El baluarte de la Taconera, como el de Gonzaga, fue construido en el XVII como refuerzo del nuevo frente oeste trazado tras la construcción de la ciudadela. Hacia 1940 el baluarte sustituyó su antiguo coronamiento de cañoneras por un antepecho de piedra, puesto que ya entonces se había convertido en lugar de paseo. La medialuna de Gonzaga, llamada también revellín de San Roque, se levantó entre 1675 y 1700 para reforzar la defensa de los citados baluartes. Luce en uno de sus frentes el escudo de armas del virrey Pignatelli.

Entre los árboles de este parque destacan esbeltas hayas, frondosos magnolios y singulares ginkgos biloba. Acompañando el paseo, encontramos laureles, acebos y una secuoya gigante de 40 metros de altura.

Si algo llama la atención del paseante, es sin duda el pequeño zoo abierto que acogen los fosos del antiguo baluarte. En este espacio conviven patos, cisnes, ciervas, pavos reales, faisanes, ocas y peces.


El jardín es también un pequeño museo al aire libre en el que varias esculturas señorean desde las alturas. En el paseo central se encuentra el Monumento a Julián Gayarre, obra de Fructuoso Orduna (1950). En uno de los pasillos laterales se encuentra el busto que rinde homenaje al compositor burladés Hilarión Eslava. Cerca del Café Vienés, se encuentra el Monumento a la Beneficencia, más conocido como “la Mari Blanca”. Junto a la Taconera, el Parque de Antoniutti está dedicado a la práctica del patinaje, con una pista de velocidad y un “skate park”.

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