viernes, 16 de septiembre de 2022

El Montañon Negro

El volcán de Montañon Negro, el cono de piroclastos (piedras de fuego) más importante de las Cumbres de Gran Canaria, ocupa el peldaño más alto de una alineada escalera de cuatro cráteres situados en el noroeste cumbrero.

Generados por un mismo proceso eruptivo, los más bajos (el de Los Berrazales y el Hondo, en el Valle de Fagagesto) se caracterizan por la emisión de fluidas coladas lávicas que, unidas, cayeron sobre el Valle de Agaete discurriendo por él hasta el mar.

En los más altos predominó la mecánica explosiva que dio lugar a un cráter de gran tamaño en la Caldera de los Pinos de Gáldar, y a un cono de mayor altura, en el de Montañon Negro. Antes de que sus explosiones cubrieran de picón amplias extensiones de la Cumbre Norte, de este último fluyó una colada cuyas singulares características, excelentemente conservadas, la hacen muy visitada.

De los pinares, que por entonces cubrían la zona se conservó, sepultado en el picón, un pino cuyo tronco fosilizado fue descubierto en 1969 por el Ingeniero de Montes D. Juan Nogales y el Geólogo D.H. Schmincke.

Este hallazgo permitió datar la edad del Montañon Negro mediante el Carbono 14, en 3.100 años.

El Montañon Negro es uno de los últimos volcanes aparecidos en la isla de Gran Canaria unos 3.500 años con sus 1.860 metros de altura. Es un volcán estromboliano que emitió  lavas fluidas que se derramaron a favor de la pendiente, originando un canal de varios metros de ancho y entre cuyas coladas sobresalen los centenarios Pinos de Gáldar, ejemplares únicos en la Isla, testigos vivos de las coníferas que, en el pasado, cubrieron las cumbres. El cráter, abierto hacia el Noreste, arrojó enormes cantidades de piroclastos que se mezclaron con los de la Caldera de Los Pinos de Gáldar y cubrieron más de cuatro kilómetros cuadrados. 

Estos se vieron muy afectados por la extracción de picón viéndose muy claramente en la montaña. Tanto el Montañon Negro como la caldera de los Pinos de Gáldar, destacan por su singularidad e interés científico dentro de la reconocible alineación de conos y coladas recientes, denominada Montañon Negro, Los Berrazales, y representativas del volcanismo reciente insular en buenas condiciones de conservación.


Desde el punto de vista paisajístico, el Montañon Negro es una formación natural de gran belleza, que es atalaya de una amplia panorámica de la vertiente septentrional de la isla y da carácter a la zona como elemento referencial. En el interior del Espacio Protegido existen dos miradores situados en la Caldera de Los Pinos de Gáldar al que no puede accederse más que por razones de gestión o científicas bajo la correspondiente Autorización, al tratarse de una Zona de Exclusión, y una re de senderos y caminos reales aptos para la práctica de senderismo.

El paisaje vegetal está dominado por pinos, retamas y por ejemplares de eucaliptos. La aparición de musgos y líquenes, indican que se comienza a colonizar las coladas lávicas recientes por la vegetación, en afán de reconquistar el espacio perdido por la erupción.

El Montañon Negro y la Caldera de los Pinos de Gáldar han sido considerados por el Instituto Tecnológico Geo Minero de España como puntos de interés geológico, en la última edición del mapa geológico de la isla.

Este espacio comprendido dentro del Paisaje Protegido de las Cumbres, se caracteriza por los edificios volcánicos y mantos de lapillis, en el que destaca el conjunto formado por el Montañon Negro y la Caldera de los Pinos de Gáldar, siendo de las manifestaciones volcánicas más recientes de la isla de Gran Canaria y por tanto del ciclo volcánico reciente.

Imágenes disponibles en: Cavan Imagen & Adobe Stock

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