En muchas viviendas tradicionales en las cuales ya no habita nadie, suele encontrarse objetos de los antiguos moradores que a pesar de llevar años acumulando polvo o estar desperdigados por cualquier rincón oculto siempre tienen historias que contarnos si nos paramos a escucharlos con atención.
Como es el caso de la botella de Kina San Clemente, una habitual de las tiendas de aceite y vinagre donde a parte de vender practicamente de todo, se formaban tertulias tras el mostrador, por un lado los hombres con su vasito de vino de Kina San Clemente y por el otro las mujeres realizaban las compras oportunas mientras se ponían al día.
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